There are no flowers on my grave. There are no chains. There I keep chanting for the forgotten name.

Bueno mis estimados lectores, regreso después de otra larga ausencia y de un fin de semana horrible, y justo ayer a media noche le pusieron el último clavo de ataúd. Esto lo prepare apenas hace unas horas. Me ayudo a desahogarme, espero les guste…



51 NOCHES…
Cincuenta noches, todas ellas llenas
de ilusión, llenas de versos dedicados,
de canciones regaladas…

Cincuenta noches, en las que los amantes
disfrutaban de la presencia del otro, de la
mirada del otro…

Cincuenta noches, en las que los ángeles
del cielo apreciaban el cariño de tan bella unión,
tan bello amor…

Cincuenta noches, donde los demonios en el
infierno, maldecían cada caricia, cada beso,
cada abrazo…

Cincuenta noches, de amor, de brillantez, de
gloria y de anhelo. Cincuenta noches simplemente
llenas de los dos…

Cincuenta noches para crear todo esto, cincuenta noches
para enamorarse, cincuenta noches para apreciar, cincuenta
noches para quererse…

Y tan solo una para opacar todo… tan solo una noche para
romper el sueño, tan solo una noche para dejar en coma el
cuerpo donde dejaron sus corazones latiendo…

Al final, solo queda la esperanza dejada por las palabras, palabras
que dejan un “tal vez” para volver a esa unión y una esperanza
que añora volverse realidad…