En ese manantial yo te encontré, tu esencia entre la niebla respire, tu mística cautica aluciné. Ya esta tu alma dentro de mi ser

Regresando de mis “largas” vacaciones (si, como no….), vuelvo para mostrarles este nuevo escrito, hecho hacia unas cuantas horas, pero que a mi parecer es uno de los mas “bellos” que he creado, aunque ustedes saben que este tipo de escritos no son de mi tipo precisamente jeje. Pero esto es una prueba de lo que los sentimientos pueden hacer de una persona…



VIENTO
Caminando por sin rumbo, una tormenta se percibía
y a lo lejos te vi, ahí estabas tu. Nuestras miradas se
cruzaron por un segundo y solo eso basto. Desde ese
momento…

Fuimos el compañero del otro…

Pero yo continúe con mi camino y tu corriste tras de
mi, cubriste mis ojos con tus suaves manos y yo al
instante las sostuve con las mías, acercándote hacia
mi, me volviste a dedicar una tierna mirada…

Tomaste mi brazo y acompañaste mi caminar…

Agua comenzaba a precipitarse, pero no importo,
seguiste a mi lado, caminando sin dirección, sin destino
sin rumbo…

Solo a donde nos llevara el caminar…

De un momento a otro, aquella llovizna se había
convertido en una lluvia torrencial, buscamos refugio y
corrimos bajo la protección de un gran árbol. Nos
sentamos bajo sus hojas y una fuerte ventisca nos azotaba,
te ofrecí mi abrigo para cubrirte y….

Con mucha gratitud, lo aceptaste sonriendo…

Pasaron los minutos y la tormenta no cesaba. Nos
recostamos en las faldas del gran árbol. Los minutos
seguían… Quedamos dormidos influenciados por la gran
lluvia...

La noción del tiempo quedo perdida…

Al abrir mis ojos, quise sentirte, quise tocarte, pero no, tu
silueta ya no me acompañaba, tu tierna figura se había ido
desconcertado sonreí….

Por que a lo lejos, entre el soplido del viento escuche…
Te quiero!!!!